El Santa María había hecho las cosas bien acumulando hombres en el centro, presionando la salida del balón muy arriba, adelantando la línea defensiva y atacando por los huecos que dejaban los laterales sin descuidar los suyos propios, Pero el Playas no estaba por la faena de regalar nada y deseaba vender caro el partidito.
Es evidente que los equipos necesitan que todos trabajen, que defiendan, que presionen. Les animamos para que cumplan ahí también.
El Santa María lleva toda la liga jugando presuntas finales, así que la condición decisoria de este partido no debería impresionarnos, sin embargo, el avance del campeonato eleva el peso de cada enfrentamiento: queda menos tiempo y más distancia que cubrir. Debíamos pensar partido a partido, empezando por el Playas de Calviá, aunque los próximos dos encuentros nos dirán dónde vamos a estar. No podemos conformarnos con quedarnos en medio de la tabla; tenemos que aspirar a lo máximo, pero sin engañar a nadie.
“Gerardo y la maldición”. Lo que le sucedió a Gerardo cuando encaró al portero del Playas para batirle a placer, es algo que sólo las ciencias ocultas y los Harry Potters pueden analizar. Geri se quedaba solo, sin contrarios en la costa y escoltado a diestro y siniestro, sólo se trataba de empujarla. Pero Gerardo solo vio un bulto delante, del tamaño de las chimeneas del Titanic. El resto es historia (y comienza a parecer la historia interminable) no hace falta decir nada más.
La victoria es una amante muy caprichosa: primero hay que saber ganarla y luego dedicarse a mantenerla.
La proximidad con que vivimos la actualidad del Santa María distorsiona muchas veces las valoraciones sobre lo que sucede. Por eso, conviene mirarse en otro espejo para valorar con mayor justicia.
Blesa y Tim evitaron el descalabro contra el Playas, pues una derrota hubiera aumentado todavía más la ansiedad del Santa María en el tramo final de la liga.
El cronista debe conocer de primera mano lo que luego va a relatar al lector. Se ve a la afición, a los jugadores y al entrenador: Lo ves cuando tú quieres. Puede que cuando todo el mundo mira para otro lado tú ves un detalle curioso que incluso puede ser el punto de partida de la crónica.
Los suplentes del Santa María salieron a demostrarle a su entrenador que puede contar con ellos, especialmente con Toni B, que se mostró muy bullicioso desde el principio como interior derecho, mientras que Álvaro jugaba como falso punta haciendo las veces de Giorgio, salvando todas las distancias.
El ataque como siempre quedó otra vez condicionado a las arrancadas de un cada vez más cansado Gerardo. (Lo dicho... la historia interminable)
Una de las causas que está propiciando el desmorone del Santa María en la tabla es la falta de gol. A falta de dos encuentros solo hemos marcado 19 por 17 encajados, cuando en la primera vuelta el promedio era muy superior 29 por 18. (por cierto los palos y los largueros no cuentan como goles, y los ¡huy! tampoco) y esto lo sanen Xavi y Llorens.
No estaría mal tomar notas.
Goles: 1/0 Jaume 40'
Es evidente que los equipos necesitan que todos trabajen, que defiendan, que presionen. Les animamos para que cumplan ahí también.
El Santa María lleva toda la liga jugando presuntas finales, así que la condición decisoria de este partido no debería impresionarnos, sin embargo, el avance del campeonato eleva el peso de cada enfrentamiento: queda menos tiempo y más distancia que cubrir. Debíamos pensar partido a partido, empezando por el Playas de Calviá, aunque los próximos dos encuentros nos dirán dónde vamos a estar. No podemos conformarnos con quedarnos en medio de la tabla; tenemos que aspirar a lo máximo, pero sin engañar a nadie.
“Gerardo y la maldición”. Lo que le sucedió a Gerardo cuando encaró al portero del Playas para batirle a placer, es algo que sólo las ciencias ocultas y los Harry Potters pueden analizar. Geri se quedaba solo, sin contrarios en la costa y escoltado a diestro y siniestro, sólo se trataba de empujarla. Pero Gerardo solo vio un bulto delante, del tamaño de las chimeneas del Titanic. El resto es historia (y comienza a parecer la historia interminable) no hace falta decir nada más.
La victoria es una amante muy caprichosa: primero hay que saber ganarla y luego dedicarse a mantenerla.
La proximidad con que vivimos la actualidad del Santa María distorsiona muchas veces las valoraciones sobre lo que sucede. Por eso, conviene mirarse en otro espejo para valorar con mayor justicia.
Blesa y Tim evitaron el descalabro contra el Playas, pues una derrota hubiera aumentado todavía más la ansiedad del Santa María en el tramo final de la liga.
El cronista debe conocer de primera mano lo que luego va a relatar al lector. Se ve a la afición, a los jugadores y al entrenador: Lo ves cuando tú quieres. Puede que cuando todo el mundo mira para otro lado tú ves un detalle curioso que incluso puede ser el punto de partida de la crónica.
Los suplentes del Santa María salieron a demostrarle a su entrenador que puede contar con ellos, especialmente con Toni B, que se mostró muy bullicioso desde el principio como interior derecho, mientras que Álvaro jugaba como falso punta haciendo las veces de Giorgio, salvando todas las distancias.
El ataque como siempre quedó otra vez condicionado a las arrancadas de un cada vez más cansado Gerardo. (Lo dicho... la historia interminable)
Una de las causas que está propiciando el desmorone del Santa María en la tabla es la falta de gol. A falta de dos encuentros solo hemos marcado 19 por 17 encajados, cuando en la primera vuelta el promedio era muy superior 29 por 18. (por cierto los palos y los largueros no cuentan como goles, y los ¡huy! tampoco) y esto lo sanen Xavi y Llorens.
No estaría mal tomar notas.
Goles: 1/0 Jaume 40'
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