El cuadro de Juan, irrumpía en el hogar del Puerto dispuesto a ahuyentar los fantasmas que se habían entrometido últimamente en su camino.
No hemos salido bien al partido, nos ha costado meternos en él y nos han marcado el gol. Proclamo muy alto que durante trentaicinco minutos el juego del Santa María fue de cero patatero, con una indolencia sonrojante (jugaban andando) y una falta de entusiasmo y fútbol en proporciones escandalosamente similares.
En la segunda parte hemos mejorado, hemos llegado arriba, pero la falta de acierto en los últimos pases o la falta de profundidad nos impedía marcar. No ha sido nuestro mejor partido, ellos han hecho una gran labor defensiva.
“Cuando vienen mal dadas, vienen de verdad y al Santa María, desde lo de Selva, nada le cuadra”.
El Pto. de Pollença, poco a poco fue pareciéndose a decenas de equipos que lo habían intentado antes con las mismas armas, y entonces la magia de este deporte (tal vez un error del entrenador contrario, la sorpresa, el jugador número doce dejandose la voz... ) irrumpió en el sopor del mediodía que a veces parece también relajar al Santa María. Había partido.
Jugaron como si fueran atletas de full-contact, atacaban como lobos hambrientos y defendieron a su portero como si fuera la espada de Excalibur... El Santa María nunca pareció muerto ni siquiera el 0-1 le hizo rendirse. A los bermellones les va el despliegue físico, la aceleración, el choque y la constancia, ahí es donde suelen hacer daño.
Que el sistema “apisonadora” para los partidos que se tuercen no saldrá bien en todas las ocasiones es arto sabido, pero posiblemente lo hará casi siempre. Así que en lugar de dudar de la habilidad de este Santa María para superar adversidades, hay que volver a cuestionar la capacidad de ganar los partidos desde el principio.
Pese a la cantidad de ocasiones falladas por el Santa María y sobre todo el gol tempranero encajado, volvía a hacer que algunas miradas se volvieran hacia la defensa rojilla como culpable. Adri formó parte de la zaga y salió al paso para defender a sus compañeros. El central deja claro que la defensa está siempre en el ojo del huracán y esto se debe, en gran medida, a la forma de jugar del equipo: “Siempre se le pone peros a esta defensa pero es que este equipo está defendiendo el setenta por ciento del partido y de esta manera el rival tiene más posibilidades de marcar gol. Si el porcentaje de defensa es tan grande es más fácil que te hagan un gol. Pero nosotros jugamos a eso, intentamos explotar la velocidad de la gente de arriba, saliendo a la contra, y eso a veces se paga”.
La defensa del Santa María se asemeja a esos boxeadores que resisten tanto a los golpes que acaban por agotar a sus rivales.
Si se quiere atacar con Gerardo de referencia arriba, hay que construir desde atrás, pero el Santa María no tiene la defensa preparada para ello y el centro del campo se encuentra a menudo en inferioridad.
Pero sigamos con la crónica...
Comienza el segundo tiempo... Y por fin dentro, el partido continua: Aplausos, cánticos, gritos… así debía de ser en el circo romano!: “¡¡¡Qué suelten ya los leones!!!” “¡¡¡Los gladiadores esperan!!!”.
Solo cinco minutos hicieron falta para igualar el resultado con un magistral gol de Gerardo que sirvió para seguir dándole moral al excelente atacante del Sta. María y para que su entrenador deba resetear lo conseguido hasta ahora y comience a trabajar en la posibilidad de enlazar otra buena racha de resultados. Y entonces en los minutos postreros la izquierda de Llorens, mandó a la lona a un “Puerto” que estaba ganando a los puntos.
La afición del Santa María acabó haciendo la ola y celebrando un triunfo que le pone donde se merece al conjunto de Juan: en la zona noble de la tabla. Sin embargo, esta posición no constituye un salvoconducto para aprobar cualquier examen, ya que cada cual ha de ser juzgado no por lo que ha hecho, si no por aquello que estaba capacitado para hacer. Ahora es cuando se define el orden de llegada y no es cuestión de quitar el pié del acelerador por haber pisado fuerte antes. Lo conseguido ha de servir de impulso, no de excusa.
Ser suplente en el banquillo santamarier es estar sentenciado a cadena perpetua. Hagas lo que hagas, tienes reservado en las encuentros importantes un asiento excepcional a ras de césped que incluye la posibilidad de saltar al campo en el minuto 60 para arrastrar al toro hasta los corrales. Sin bien un elenco de estos actores secundarios se limita a acomodarse en el banquillo (poco cubierto), otros como Álvaro o David son víctimas de una injusticia manifiesta. Juegan poco y apenas rechistan por ello, pero cuando lo hacen rinden a buen nivel para los minutos que juegan. Como premio disputan los partidos considerados de clase inferior para los “titulares” de la plantilla, aquellos que disfrutan de unas posesiones que tal vez merecieron pero que ya empiezan a vivir de sus rentas.
A estas alturas se sabe ya de que pié cojea cada cual y lo que cada jugador puede a está dispuesto a dar de sí.
Hemos sufrido muchísimo, pero es normal cuando llevas una racha negativa de resultados. Ahora vamos a estar más tranquilos.
No ha sido fácil, pero las cosas que requieren un esfuerzo se disfrutan más.
El Santa María ha pasado de mirar de reojo a los puestos de descenso a disfrutar de la clase VIP de la tabla. Haber cuanto nos dura.
Gerardo: Hoy es un gran jugador y puede ser mucho mejor. Le gusta el gesto lindo. Es un goleador técnicamente muy fino. El hecho de que el Santa María tenga dependencia de él le hace crecer.
Joan Toni: No pensaba que tuviera tanto volumen de juego, corriendo mucho y con calidad para jugar. Es un futbolista con una progresión enorme y unas condiciones extraordinarias, pero se encuentra en un laberinto.
Goles de: Gerardo 40' (1-1) y Llorens 65' (1-2)
No hemos salido bien al partido, nos ha costado meternos en él y nos han marcado el gol. Proclamo muy alto que durante trentaicinco minutos el juego del Santa María fue de cero patatero, con una indolencia sonrojante (jugaban andando) y una falta de entusiasmo y fútbol en proporciones escandalosamente similares.
En la segunda parte hemos mejorado, hemos llegado arriba, pero la falta de acierto en los últimos pases o la falta de profundidad nos impedía marcar. No ha sido nuestro mejor partido, ellos han hecho una gran labor defensiva.
“Cuando vienen mal dadas, vienen de verdad y al Santa María, desde lo de Selva, nada le cuadra”.
El Pto. de Pollença, poco a poco fue pareciéndose a decenas de equipos que lo habían intentado antes con las mismas armas, y entonces la magia de este deporte (tal vez un error del entrenador contrario, la sorpresa, el jugador número doce dejandose la voz... ) irrumpió en el sopor del mediodía que a veces parece también relajar al Santa María. Había partido.
Jugaron como si fueran atletas de full-contact, atacaban como lobos hambrientos y defendieron a su portero como si fuera la espada de Excalibur... El Santa María nunca pareció muerto ni siquiera el 0-1 le hizo rendirse. A los bermellones les va el despliegue físico, la aceleración, el choque y la constancia, ahí es donde suelen hacer daño.
Que el sistema “apisonadora” para los partidos que se tuercen no saldrá bien en todas las ocasiones es arto sabido, pero posiblemente lo hará casi siempre. Así que en lugar de dudar de la habilidad de este Santa María para superar adversidades, hay que volver a cuestionar la capacidad de ganar los partidos desde el principio.
Pese a la cantidad de ocasiones falladas por el Santa María y sobre todo el gol tempranero encajado, volvía a hacer que algunas miradas se volvieran hacia la defensa rojilla como culpable. Adri formó parte de la zaga y salió al paso para defender a sus compañeros. El central deja claro que la defensa está siempre en el ojo del huracán y esto se debe, en gran medida, a la forma de jugar del equipo: “Siempre se le pone peros a esta defensa pero es que este equipo está defendiendo el setenta por ciento del partido y de esta manera el rival tiene más posibilidades de marcar gol. Si el porcentaje de defensa es tan grande es más fácil que te hagan un gol. Pero nosotros jugamos a eso, intentamos explotar la velocidad de la gente de arriba, saliendo a la contra, y eso a veces se paga”.
La defensa del Santa María se asemeja a esos boxeadores que resisten tanto a los golpes que acaban por agotar a sus rivales.
Si se quiere atacar con Gerardo de referencia arriba, hay que construir desde atrás, pero el Santa María no tiene la defensa preparada para ello y el centro del campo se encuentra a menudo en inferioridad.
Pero sigamos con la crónica...
Comienza el segundo tiempo... Y por fin dentro, el partido continua: Aplausos, cánticos, gritos… así debía de ser en el circo romano!: “¡¡¡Qué suelten ya los leones!!!” “¡¡¡Los gladiadores esperan!!!”.
Solo cinco minutos hicieron falta para igualar el resultado con un magistral gol de Gerardo que sirvió para seguir dándole moral al excelente atacante del Sta. María y para que su entrenador deba resetear lo conseguido hasta ahora y comience a trabajar en la posibilidad de enlazar otra buena racha de resultados. Y entonces en los minutos postreros la izquierda de Llorens, mandó a la lona a un “Puerto” que estaba ganando a los puntos.
La afición del Santa María acabó haciendo la ola y celebrando un triunfo que le pone donde se merece al conjunto de Juan: en la zona noble de la tabla. Sin embargo, esta posición no constituye un salvoconducto para aprobar cualquier examen, ya que cada cual ha de ser juzgado no por lo que ha hecho, si no por aquello que estaba capacitado para hacer. Ahora es cuando se define el orden de llegada y no es cuestión de quitar el pié del acelerador por haber pisado fuerte antes. Lo conseguido ha de servir de impulso, no de excusa.
Ser suplente en el banquillo santamarier es estar sentenciado a cadena perpetua. Hagas lo que hagas, tienes reservado en las encuentros importantes un asiento excepcional a ras de césped que incluye la posibilidad de saltar al campo en el minuto 60 para arrastrar al toro hasta los corrales. Sin bien un elenco de estos actores secundarios se limita a acomodarse en el banquillo (poco cubierto), otros como Álvaro o David son víctimas de una injusticia manifiesta. Juegan poco y apenas rechistan por ello, pero cuando lo hacen rinden a buen nivel para los minutos que juegan. Como premio disputan los partidos considerados de clase inferior para los “titulares” de la plantilla, aquellos que disfrutan de unas posesiones que tal vez merecieron pero que ya empiezan a vivir de sus rentas.
A estas alturas se sabe ya de que pié cojea cada cual y lo que cada jugador puede a está dispuesto a dar de sí.
Hemos sufrido muchísimo, pero es normal cuando llevas una racha negativa de resultados. Ahora vamos a estar más tranquilos.
No ha sido fácil, pero las cosas que requieren un esfuerzo se disfrutan más.
El Santa María ha pasado de mirar de reojo a los puestos de descenso a disfrutar de la clase VIP de la tabla. Haber cuanto nos dura.
Gerardo: Hoy es un gran jugador y puede ser mucho mejor. Le gusta el gesto lindo. Es un goleador técnicamente muy fino. El hecho de que el Santa María tenga dependencia de él le hace crecer.
Joan Toni: No pensaba que tuviera tanto volumen de juego, corriendo mucho y con calidad para jugar. Es un futbolista con una progresión enorme y unas condiciones extraordinarias, pero se encuentra en un laberinto.
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